
Nacido en un sector populoso de esta ciudad capital provincial, concretamente en la 6 de Diciembre entre 9 de Octubre y 10 de Agosto, en 1955, de padres rioverdeños: Julio Micolta Tenorio y Enriqueta Cuero Cetre.
A temprana edad emigró junto con su madre y hermanos hacia Guayaquil en donde terminó su educación primaria e inició sus estudios secundarios.
En plena juventud participó en actos culturales y obtuvo resonantes triunfos tanto provincial como en el país, resaltando el primer premio nacional de poesía en el concurso nacional organizado por el colegio “Vicente Rocafuerte” de Guayaquil.
Asimismo, el premio único nacional “César Dávila Andrade” y la mención honorífica en el más importante concurso de poesía del Ecuador “Ismael Pérez Pazmiño”, a lo que se suman los premios que por repetidas ocasiones ha ganado en el tradicional concurso de testamento.
Hay algo importante de resaltar en este hombre de letras y profesional del Derecho, ya que es abogado y se ha mantenido durante quince años entre la presidencia del Tribunal de Menores y como Juez de la Niñez y Adolescencia.
Ha sido objeto de muchos homenajes y recibido condecoraciones, pero esto no ha cambiado su vida ni su personalidad. Sus amigos lo definen como un personaje con una altísima carga de buen humor, le encanta hacer bromas y muchas de ellas las dice en versos.
UNA DE LAS POESIAS DE JULIO MICOLTA:
El plato fuerte del
día,
la comida favorita,
de suculencia
exquisita
de los negros la
ambrosía.
Se mezcla con la
poesía,
Hirviendo a todo
vapor,
Suelta su aroma y
sabor
provocando en el
olfato,
Un gusto que vuela
alto
alegrando al comedor.
A chiyangua y a
pescao
huele el aire del
ambiente,
Agua zurrumba
caliente
tiene al pueblo
alborotao.
Van a servir el Tapao
con plátano y
condimento.
Vuela el verso a flor
del viento
como una boca que
zumba,
porque se prende la
rumba
aprobando este
alimento.
Oreganón y cebolla
con el propio
chirarán,
le agregan con mucho
afán
al "Bum" de
sobre la olla.
El rito se desarrolla
con el punto de la
sal.
Se arma todo un
festival
a la hora de comer:
el Tapao llega a ser
un menú sensacional.
Negros y blancos lo
comen
por ser un plato
sabroso,
lo saborean con gozo
y buena fama le
ponen.
Tapao, caldudo tomen
por olvidar las
tristezas,
y sientan la
fortaleza
que en la risa les
aflora,
con la cherna y la
albacora
la mesa es grata
sorpresa.
Si uno se va a
Quinindé,
y en sus dos ríos se
baña,
Se encontrará con la
guaña
sedentaria sin pres
pres.
Te la llevas de una
vez
directamente a tu
casa,
pones la olla en la
brasa
a hervir con el verde
hecho,
después vibrará tu
pecho
cuando chupes la
coraza.
El Tapao es de la
raza
negra su gran invención
para la alimentación
de toda una inmensa
masa.
Este plato se
desplaza
por bocas
innumerables,
ya que tiene
saludables
proteínas y bondades,
para incitar
voluntades
con virtudes
respetables.
Pargo blanco, pargo
rojo,
canchemala y sabaleta
saturan la peroleta,
soliviantan el
antojo,
mientras está en
remojo,
la carne seca
esperando,
el pueblo está
masticando
el encanto de la mar,
que satura el paladar
con lo que está
degustando.
En la frente, en la
espalda,
hay un sudor
afiebrado,
lo mismo por los
costados
se nos moja hasta la
falda.
El Tapao de
Esmeraldas,
es sustancioso y muy
rico,
con el verde
dominico,
con guineo y con
hartón,
se impone sobre el
fogón,
Alegrando a todo
pijo.
INTERPRETACION:
LO QUE INTERPRETO DEL POEMA ES QUE JULIO MICOLTA HABLA MUY BIEN DE LA GASTRONOMIA DE LA PROVINCIA DE ESMERALDAS , YA QUE EN ESTA CIUDAD SE HACEN LOS MEJORES PLATOS GASTRONOMICOS QUE HACEN A TODO MUNDO QUEDAR ENCANTADOS & CON GANAS DE VOLVER A COMER .
Amadeo, seguro concuerdas conmigo que es Esmeraldas es un lugar paradisíaco...no sólo por sus playas y gastronomía; su gente, las riquezas medioambientales, lo exhuberante de su flora y fauna, hacen de este terruño un paraiso terrenal. Julio Micolta Cuero ha tratado de recoger en sus poemas lo bello que tiene esta provincia.
ResponderEliminardonde encuentro mas poesias?
ResponderEliminardonde encuentro mas poesias?
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